Editorial N° 61
Puntos de vista
Cuando estuvieron expuestas las instalaciones del artista chino AI Wei Wei en Buenos Aires, entre los cientos de bicicletas alusivas al medio ambiente y la gigantesca patera sombría tan enorme como lo es la problemática de los buscadores de asilo en el mundo, una pequeña estructura de banquitos de madera apilados asimétricamente convocaba la atención de los niños. Un amplio espacio circundante alrededor de ella estaba diseñado para que cada observador marcara, pegando en el suelo un sticker, el lugar donde podía establecer mejor su punto de vista.
Se podía observar cómo los niños ponían mucha seriedad en la tarea, y al descubrir que su mejor punto de vista era diferente del punto de vista de otros, terminaban riendo sorprendidos.
Sabemos que nuestra práctica tiene repercusiones sociales, culturales, biopolíticas y económicas que inciden en el futuro de nuestro país. Cada diagnóstico y tratamiento precoz, cada mirada ampliada al contexto del paciente, cada intervención subjetivante, cada acto terapéutico dentro y fuera del consultorio, significa trabajar por un sujeto que mantiene su libertad y su capacidad de pensamiento crítico y de trabajo creativo.
Así como el cuidado de la salud reduce la pobreza, porque evita gastos en cronificaciones por inadecuado acceso a los dispositivos de salud, la salud mental aumenta la seguridad, porque aumenta la capacidad de protección social a través de las grupalidades diversas de los ciudadanos. Es una cuestión de salud pública prioritaria. Como señala un querido colega colombiano, la salud pública no se refiere tanto al bienestar, que tiene una connotación estática, sino al bienvivir, una cuestión activa.
Se trata de la construcción colectiva de una vida cotidiana donde la paz , el sentido de lo justo, la tolerancia, la seguridad de contar con el otro y de poder estar para el otro estén garantizadas. Una vida cotidiana de los ciudadanos donde si no hubo confianza básica en la infancia, exista una seguridad ontológica en la calle, espacio donde el estado no puede faltar.
El cuidado de la salud de los psiquiatras entonces adquiere enorme relevancia en un momento de repliegue de redes de dispositivos. Además del compromiso con la visibilización de la necesidad de cobertura de salud mental de la población, tenemos un compromiso entre nosotros: la construcción de una red de referencia fuerte, solidaria, abierta, continente, amiga.
Por eso creemos que escribir, transmitir, compartir, pintar, poetizar, fotografiar, editar entre todos la vida cotidiana de los psiquiatras de la Argentina es el granito de arena que aporta Sinopsis en el camino de rehabilitar una sociedad donde podamos sonreírnos al percibir las variedades y diferencias en nuestros puntos de vista. Porque esas diferencias son constructivas mientras tenemos en la mira el mismo objeto: el bienvivir de todos.
(LG)