Arte y Salud. Apuntes sobre teoría y clínica.

Compiladores: Daniel Izrailit y Jimena Fernández
Ricardo Vergara Ediciones, Buenos Aires, Marzo 2021

Revista Sinopsis


Por Jimena Fernández

El bermellón gritaba / Gritaba el verde nilo,
El granate, el cobalto / el índigo gritaban.
Del negro, al escarlata / corría el amarillo.
Se zambulló el celeste / Me abrazó el colorado.
El ultramar oscuro / me tiró un salvavidas.
Pero el violeta inmóvil / me miró.
Me miraba / con los brazos cruzados.
Oliverio Girondo
(Salvamento)

Fue en enero de éste mismo año que asomaban las primeras letras para darle forma a Arte y Salud. Apuntes sobre teoría y clínica. Aunque verán que, las historias que allí se recorren, vienen siendo escritas hace un buen tiempo atrás.

Inmersas/os en la pandemia por COVID-19, habíamos sostenido en el Capítulo de Arte y Salud, un ritmo de trabajo que se podría caracterizar como jazzero. Fue durante la pausa que nos habíamos otorgado, que llegó la invitación para publicar éstos escritos. Aquí y allí, en la montaña, en el mar y en la ciudad, al norte, al sur o al este, volvimos a encontrarnos para crear. Esa era la verdadera pausa en la reinante incertidumbre que aún se siente por estos días. Ese espacio que siempre otorga el acto creativo, esa bocanada de aire fresco que trae el hacer que algo nuevo exista y existir de una nueva manera.

Los escritos con los que se encontrarán llevan impresos el trabajo de veinticinco años de andanzas del Capítulo, coronados por este último tiempo de ampliación del grupo, de reuniones sostenidas desde intercambios nutritivos y lúdicos. Así es, nos las ingeniamos para jugar también por Zoom. El reinventarnos en nuestra práctica, otra de las invitaciones de éste tiempo distópico. En definitiva, fue ésta combinación de acontecimientos pasados y presentes, que dejó el terreno fértil para el surgimiento del libro.

Habiendo ya encuadrado la obra, me dispongo a correr el telón y dejar que asomen sus personajes.

Comenzando por una síntesis, diría que al leer Arte y Salud. Apuntes sobre teoría y clínica encontrarán relatos donde aparecen la Música, la Plástica, la Danza y el Movimiento, la Literatura y el Teatro, aplicados a trabajos clínicos específicos, pero también, en tanto procesos creativos, fundidos indisolublemente a la práctica psicoterapéutica convencional. Es que no hay proceso terapéutico genuino que no integre en mayor o menor medida a todos esos lenguajes artísticos.

Esta misma concepción recorre la exquisita presentación de Santiago Levín que inaugura el libro y que invita a reconocer en el juego, el arte, la experimentación y la creación una posibilidad para ser más felices.

El libro consta de siete capítulos, narrados por catorce autoras y autores, todos miembros del Capítulo de Arte y Salud. Notarán que se trata de un trabajo colectivo, donde casi la totalidad de los textos fueron escritos en duplas o tríos según la travesía clínica y artística más transitada por cada uno/a. Podrán apreciar que el hilo conductor que los hilvana -y que nos hilvana- es la concepción del arte como puente, lazo, trazo, que permite la elaboración, resignificación y transformación de aquel fondo frío de la condición humana, a través de la singularidad de cada proceso creador.

El vínculo entre comunicación, arte y salud inicia la serie. Ya el célebre Pablo Picasso dejó dicho “Yo no digo todo, mas pinto todo”. Aquí Carlos Caruso invita a leer sobre la conocida posibilidad que brinda el arte para trabajar con lo más originario y elemental de las capacidades de comunicación y expresión del ser humano. Aclarando que la característica terapéutica del mismo la otorgan las condiciones, es decir, que sea aplicado en un ámbito terapéutico y con las técnicas adecuadas.

Daniel Izrailit y Ezequiel Naigeboren continúan enlazando palabras, recuerdos y cuentos. Acompañan al lector/a a sumergirse en conmovedoras historias de testimonios orales y escritos. Dejan leer que, existe un arte de testimoniar y lo trasmiten desde la travesía compartida con un sobreviviente de la Shoá y los relatos de vida cobijados dentro de un taller de escritura creativa que acontece en un hospital de San Miguel de Tucumán.

“Creando se sobrevive a lo traumático” reflexiona posteriormente
Marcelo Prudente en el texto que sigue, quien comparte su testimonio como ex combatiente de Malvinas, junto a sus trazos, formas, colores y poesía. En un ida y vuelta entre sus experiencias en la clínica y sus propias vivencias, deja ver la dimensión que posee el proceso de creación, que favorece la expresión y elaboración del dolor.

Revista Sinopsis


El Taller. Veronica Mendizabal. Foto 2021

Susana Díaz y Marcela Ivaldi, dos maestras, alfareras y alquimistas narran con sensibilidad y belleza su proyecto artístico Entre la tierra y el fuego, llevado a cabo en una escuela que atiende a niños/as y jóvenes con necesidades educativas especiales derivadas de la discapacidad motriz. Encuentran cómo potenciar la fuerza creativa que brota como agua curativa, desde el trabajo con arcilla... La tierra, el barro entre las manos, encontrando una forma, recibiendo todo lo que fluye dentro de cada uno/a. Asoman máscaras, entre pinceles y tinturas, con los sentidos y emociones transformándose sobre la mesa, comunicando. Las obras hablan, dicen, cuentan, construyen subjetividad.

El barro también se transforma en canción de la voz del maravilloso Luis Alberto Spinetta, que aclama si no canto lo que siento, me voy a morir por dentro. Canciones, historias y sonidos, muchas veces inefables, se hacen presentes en el siguiente capítulo, en el que comparto junto a Darío Valle, una aproximación a la musicalidad y potencial creativo que habita en todos y todas nosotras. Apuntamos relatos clínicos, uno y otro, que hacen uso de la Música como objeto transicional, buscando la vía de acceso a ese ser sutil pero poderoso que yace atrapado para posibilitarle decir su nota... Esta última frase que la tomo prestada de las maestras alfareras da cuenta que las Artes tampoco operan en el ser humano de modo segmentado, sino que se entrelazan, colaboran entre sí.

En éste sentido, la música y el movimiento están inexorablemente ligados. Aurelia Chillemi, Carlos J. Moretti, Federico Segura y Myriam Poteraica conversan en el capítulo que continúa sobre danza y terapia. Se deslizan entre sus propios recorridos y los de otros/as a quienes acompañan desde la práctica corporal como materia de creación. Nos recuerdan a todos y todas el potencial del cuerpo como autor y sitio del desarrollo y del deseo humano y qué ponerse en movimiento significa movilizar el mundo de representaciones alojadas en cada músculo, articulación y órgano. En definitiva, hay que invitar e invitarse a bailar más, hacer uso del movimiento como instrumento de conocimiento, pensamiento y expresión.

La propuesta culmina con el capítulo donde María Mangone, Teresa Meinardi Mozej y Federico Segura profundizan en la concepción del análisis como acto creativo. Reflexionan desde sus propias experiencias clínicas: el arte, que se manifiesta tan visible en el Arteterapia, está ya presente en cada rincón de nuestros consultorios. Desde los intercambios comunicativos, pasando por las interpretaciones y siguiendo por los sueños, los chistes, gestos, canciones y películas compartidas y hasta el abrazo, nos recuerdan que, permanentemente, inventamos y creamos.

Ahora bien, reconozco que todas estas palabras que fui reuniendo para transmitir brevemente nuestras experiencias hechas tinta, posiblemente cobren otro sentido al invitarles a éste recorrido de imágenes, melodías, colores, movimiento y poesía. Todas experiencias creadoras plasmadas en los relatos del libro que, a mi entender, no hacen más que dejar a la vista la posibilidad de juego, expresión, creación y beneficios para la salud, que brinda el arte.

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