Algunas cuestiones sobre la autoría en trabajos científicos

*Daniel Serrani, MD, PhD

Revista Sinopsis


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La coautoría en publicaciones académicas, a diferencia de la autoría singular, es la consecuencia de un cambio en la cultura científica. El conocido principio rector de la academia que se ha hecho popular “publicar o perecer” parece haberse transformado en un nuevo principio “publicar juntos o perecer”. Esta tendencia de las últimas décadas se ve reflejada en los números. Por ejemplo en los artículos científicos indexados en PubMed desde 1975 hasta 2016, el promedio de autores se ha incrementado desde 1.9 a 5.67 por artículo (1), y el promedio de artículos científicos con autoría colectiva (de grupos de investigación o corporaciones científicas) ha aumentado desde 1.01 a 1.08. Muth y Golub(2) analizaron la tendencia en autoría de artículos científicos en revistas médicas líderes en 2005, 2010, y 2015. El promedio de autores por artículo subió desde 8 en 2005 hasta 18 en 2015, y también lo hizo el porcentaje de artículos con autoría grupal, desde 17% en 2005 a 45% en 2015. En el grafico 1 se observa cómo a partir de 2015 comienzan a aparecer artículos con más de 1000 autores.


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Gráfico 1. Proporción de autores por artículos desde 2012 a 2016
Adaptado de https://www.natureindex.com/news-blog/paper-authorship-goes-hyper


Una situación similar se observa en la investigación en psiquiatría. En los inicios los expertos publicaban series de casos y desarrollaban una teoría o corriente terapéutica. Actualmente el estándar de excelencia ("gold standard"), al menos para la psiquiatría basada en la evidencia, son los ensayos controlados y aleatorios a doble ciego, necesariamente a cargo de varios autores formando parte de equipos locales o multicéntricos (3, 4). Hay varios ejemplos de artículos recientes de psiquiatría que incluyen grandes equipos de investigación multi-céntricos (5, 6). Los artículos con múltiples coautores se encuentran en su mayoría dentro de las ciencias médicas solo superados por las ciencias físicas (grafico 2).

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Gráfico 2. Cambios en n° autores en revistas científicas por área en años 1960 y 2000.
Evaluación recuperada de Web of Science (Institute of Scientific Information) analizando 19.9 millones de artículos. Se muestra una selección de disciplinas académicas.


También se ha verificado una tendencia creciente en referencia al género de los autores. En efecto hay un aumento en la participación de autores femeninos en los trabajos de investigación biomédica, particularmente en psiquiatría y salud mental; incluso como primeros autores como lo demuestra el grafico 3, donde se observa que la probabilidad de que un artículo tenga un primer autor femenino se incremento significativamente entre 1994 y 2004 (p<0.001) pasando desde 27% hasta 37% en revistas de alto factor de impacto (7).

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Gráfico 3. Frecuencia primer autor femenino en revistas de psiquiatría en distintos años
Adaptado de Bates et al, 2004


Hay varias razones que explican el incremento del número de autores por artículo:

  • La estrategia de investigación prevalente en nuestro tiempo donde la colaboración y compartir datos es uno de los requisitos indispensables para llegar a los grandes descubrimientos (8).
  • La mayor presión evaluadora editorial y las altas expectativas con respecto a los descubrimientos científicos que deben enfrentar los psiquiatras.
  • La mayor competencia por la atribución autoral (9).

Estudios recientes demuestran que las mejores combinaciones de autores para publicar en revistas de alto impacto deberían incluir algunos de los siguientes: profesor titular o asociado, investigador científico, investigador de ciencias básicas, profesor asistente o investigadores post doctorales; en tanto que el número ideal de autores sería de 5 o más. Una excepción a esta regla son los casos de la filosofía y la economía, donde todavía predominan trabajos de autor singular (gráfico 2). Algunas de las razones que explican estos hallazgos serían los sesgos de revisores de revistas, a saber:

  • Autores adscriptos a grupos institucionales bien establecidos (10).
  • Teorías prevalentes que cuestionan las miradas alternativas (11).
  • Presiones de las fuentes de financiamient0 (12).
  • Sesgos hacia autores de regiones geográficas menos desarrolladas (13).

En este último sentido, trabajos recientes señalan la importancia de la participación autoral conjunta entre investigadores y clínicos de países de ingresos bajos/medios y altos como crucial para el desarrollo de intervenciones y políticas públicas en salud mental y estimular publicaciones con fundamentos éticos y contextualmente válidos (14). Ya sea que se trate de 1 o 2 autores en artículos de opinión, hasta verdaderos consorcios de investigación científica involucrando múltiples investigadores, todos deben cumplir los mismos principios y estándares para asegurar la necesaria responsabilidad y seriedad del trabajo publicado. Aun cuando pudiera haber diferentes opiniones con respecto a la designación de la autoría, la mayoría de revistas de psiquiatría siguen las recomendaciones y criterios establecidos por el Comité Internacional de Editores de Revistas Médicas (15). Se deben consignar los siguientes puntos:

  • Afiliación institucional y conflicto de intereses del autor.
  • Contribución a la investigación (concepción y diseño, colección de datos, análisis) y al manuscrito (escritura y revisión).
  • Sin límites en el número de autores.
  • Se puede mencionar nombre de cada autor o del grupo o consorcio de investigación.
  • Los colaboradores no autores se incluyen en la sección de agradecimientos.
  • En artículos de opinión y artículos breves educativos (desafíos clínicos, sinopsis de guías clínicas o de evidencia) solo se incluyen 3 autores siguiendo la misma regla que para el número de adjudicatarios de premiaciones (16).
  • Se debe identificar al primer autor como investigador principal y al último como investigador “senior” (17).
  • En algunos casos se pueden agregar solo un primer y/o último autor adjuntos
  • Se debe identificar al autor responsable del contacto con la editorial y de los requerimientos de post publicación (responder cartas del editor o del lector, revisión de errores, conflictos de interés no declarados o corrección de errores de datos o cálculos).

Recientemente se ha publicado una iniciativa llamada Taxonomía de Roles de Contribución (Contributor Roles Taxonomy o CRediT) (18) que identifica aportaciones especificas de los autores incluyendo: conceptualización, metodología, software, validación, análisis formal, investigación, recursos, elaboración de los datos, escritura (incluyendo preparación de la versión inicial del manuscrito y galerada), revisión y edición, visualización, supervisión, administración del proyecto y gestión del financiamiento. Se pueden agregar créditos asignados a cada autor que comparta sus datos para ser reanalizados por otros investigadores pero prefieren no formar parte de ese proceso (19). Este sistema permitiría mejorar el proceso de identificar y premiar a personas que si bien no pueden ser mencionados como autores de acuerdo a las normativas vigentes, si han desempeñado un rol de colaboración en el trabajo (20). Esto incluye a colegas a quienes incorporamos al trabajo por amistad, a nuestros mentores a quienes incorporamos al trabajo por respeto, a un colega prominente a quien incorporamos para dar mayor relevancia al trabajo de cara al proceso de revisión por pares, o a los colegas clínicos quienes examinan a los pacientes que participarán en un estudio pero no necesariamente participan en la escritura del trabajo (21). Aun sin ser autores, el sistema CRediT permite recompensarlos por su contribución, lo que puede resultarles útil para la recertificación académica y/o profesional. Los objetivos de este mecanismo serian varios:

  • Fomentar la formación de equipos de investigación en psiquiatría.
  • Reconocer la contribución de colaboradores que no alcanza nivel de autoría.
  • Evitar “falsos autores” (cuya contribución no alcanza estándar autoral) (22).
  • Visibilizar “autores fantasmas” (contribución autoral no mencionada).

Con respecto al conflicto de intereses, podría mejorarse su interpretación particularmente por parte de lectores no avezados, mediante nuevas guías para su redacción. En este sentido hay algunas propuestas innovadoras como la escala de conflictos de interés financiero, que establece 11 niveles de conflicto de acuerdo con el marco temporal del estudio y los beneficios directos o indirectos de la investigación (tabla 1).

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Tabla 1. Niveles de conflicto de interés


Conclusión. Todo lo referido a la figuración autoral ha sido bien establecido en la mayoría de los requerimientos de las principales publicaciones en psiquiatría, y en líneas generales se cumple de acuerdo a los estándares internacionales. No obstante algunos reportes (24) señalan que aún siguen existiendo zonas grises en la composición autoral de algunos manuscritos por lo cual este tema debe tenerse siempre en mente por parte de los investigadores y del público en general, ya que hace a la calidad científica del trabajo y su credibilidad.

Bibliografía:

*Dr. Daniel Serrani,
Presidente Honorario del Capítulo de Investigación en Psiquiatría

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