Bullying escolar. Hostigamiento entre pares.

Entrevista al Dr. Bernardo Kerman

Revista Sinopsis


http://congresoat-bahiablanca.blogspot.com/p/disertantes_06.html

El bullying u hostigamiento entre pares (habitualmente escolar) se caracteriza por presentar como objetivo causar daño a una persona, se repite a lo largo del tiempo y ocurre cuando existe una desigualdad en las relaciones de poder, ya sea por diferencia tanto física como emocional en donde un niño o un grupo de niños dirigen su agresividad a otro niño sin ser provocada por este (1). El Dr. Bernardo Kerman junto a su equipo de trabajo en la Universidad de Flores se ha dedicado a estudiar esta problemática tanto en su perspectiva clínica como social /comunitaria. En la siguiente entrevista plantea distintos niveles en su abordaje, desde el comunitario, escolar, al familiar y el trabajo con el niño hostigado.

También aborda la problemática del ciberbullying.

Definición del concepto

Sinopsis: ¿Cómo diferenciar entre una problemática grupal en un colegio y una situación de bullying? ¿Cuáles son las cuestiones que marcan la diferencia?

BK –Hay veces que coinciden ambas. La situación de bullying es de hostigamiento y es un fenómeno de acoso persistente; no es un solo episodio sino que varios, generalmente dirigidos a la misma persona, desde uno de los chicos o un grupo de chicos que se sostiene a lo largo del tiempo durante meses o hasta años. Esto es diferente a la problemática de grupo en donde ocasionalmente puede haber alguien que sea agredido en una situación específica. Aunque en un episodio determinado puede haber un “chivo emisario” del grupo, en el hostigamiento o bullying es siempre el mismo niño el agredido. El hostigamiento de pares es un fenómeno sistémico en donde se conjugan muchos actores: los otros niños del grupo escolar, los docentes en forma directa o indirecta, los directivos, los familiares, entre otros actores.

Sinopsis: En los últimos años se empezó a hablar más de bullying, ¿Usted cree que esto tiene que ver con haberse definido el concepto y a partir de ahí se pudo aplicar o hay algún factor en la actualidad que favorece que aparezcan más casos?

BK – Si usted me hubiera preguntado esto en el 2008, cuando realizábamos las primeras investigaciones, le habría contestado que siempre estuvo, y que al mismo fenómeno se le dio una denominación, porque era importante ponerle nombre, pero que siempre ha habido casos. Sin embargo si me lo preguntara hoy, le diría que se ha incrementado francamente. La intervención de los chicos es mayor, en especial por la participación de niños cada vez de menor edad en las redes sociales, por ello el ciberacoso, cyberbullying, dada la viralización del acoso, y el anonimato que impide detectar a los hostigadores. Hoy en día los porcentajes son más altos. Maité Garaigordobil, una de las investigadoras más destacadas en el tema, realizó en el año 2011 un estudio en España en el que observó que entre un 40% y un 55% de los escolares están implicados de algún modo en el ciberacoso ya sea como víctimas, agresores o testigos, mientras que en otro estudio, en Colombia, en 2015, Baquero Correa lo detecta en un 56,19%. El Ciberbullying ha aumentado progresivamente en países como Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Estados Unidos, México, Perú, y Venezuela entre otros. Un informe de la Fundación Anar en 2016, en España, demuestra que alrededor del 93 % de los casos se producen por medio del celular, siendo el Whatsapp (75 %) y las redes sociales (37,6%) los principales vehículos. Solamente el 9,9% se generan a través de una computadora. Algo más llamativo: la mitad de los chicos menores de 11 años (50,9 %) y tres de cada cuatro adolescentes de 12 años tienen teléfono móvil propio (72,7%) y en los adolescentes entre los 13 y 14 años el uso del móvil es del 90%.

Bullying en niños pequeños (jardín de infantes/pre escolar)

Sinopsis: ¿A qué edad comienza a detectarse este fenómeno?

BK – el fenómeno se detecta en chicos muy chicos. Ya a los 5 o 6 años puede observarse algún tipo de acto discriminatorio y las primeras manifestaciones del acoso aunque recién a los 11 o 12 años es la mayor prevalencia de casos.

Sinopsis: ¿En los casos de niños pequeños, se hace algún tipo de intervención en el jardín de infantes?

BK: Generalmente, y lamentablemente, no. Hay algunos colegios, pocos, en los cuales sí en donde se organizan actividades de convivencia, y las intervenciones que se hacen son preventivas y no contingentes al fenómeno. Se busca que los niños aprendan a decir lo que sienten, a decir lo que necesitan o les molesta. Sin embargo es en un pequeño número de colegios. La mayor parte de las intervenciones aparecen a los 11 o 12 años donde los colegios al tener mayor incidencia de casos empiezan a solicitar ayuda.

Sinopsis: ¿Estas intervenciones de convivencia en los jardines, reciben asesoramiento profesional o en general son iniciativas propias desde los/as maestros/as, los maestros/as jardineros/as o los/as directores?

BK: Hay colegios que como parte de la currícula trabajan con estas actividades. No son la mayoría.

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Tomada de: https://lamenteesmaravillosa.com/7-estrategias-ensenar-los-ninos-controlar-los-impulsos/

Bullying en los colegios. Intervenciones del equipo de Salud Mental



Sinopsis: ¿Y qué tipo de intervenciones se realiza en el colegio, o sugiere para su abordaje?

BK: Vamos de lo más sencillo a lo más complejo.
Lo primero que consideramos que hay hacer es la detección. En un estudio que hicimos en 2008 evaluamos cuáles eran los espacios en donde se producían los procesos de bullying. Generalmente donde no estaban los docentes, recreos por ejemplo. Algunas intervenciones se producen ahí. Hay métodos validados internacionalmente, que promueven la presencia de los docentes para detectarlo. El segundo tema a considerar es la denuncia. Muchos chicos hostigados por no ser anónima, y por temor a represalia no la hacen. También hicimos observaciones sobre las diferentes tipologías de bullying, el aislamiento, la agresión, las cargadas, las burlas, tirarle cosas, ponerle motes, y otras. Utilizamos un cuestionario, que fue un recorte específico de la prueba utilizada en el Informe del Defensor del Pueblo-UNICEF (2000, 2007) en casi todo el territorio español, adaptado a los giros lingüísticos de nuestro contexto. En el mismo tanto los hostigadores, hostigados y testigos y docentes revelaban en sus respuestas porcentajes similares en cuanto a la tipología de acoso. ¿Qué significaba eso? Que todos lo detectan, de la misma manera, incluso los docentes. Pareciera entonces que hubiese un pacto tácito de ocultamiento, aunque todos lo supieran. En tercer lugar, le diría que es fundamental evaluar cómo actúan estos docentes, sobre la base de qué hipótesis causal se manejan y cómo han afrontado hasta ahora la problemática cuando se involucran y chequear así sus soluciones intentadas. En gran parte de los colegios tanto docentes como directivos consideran que el abordaje pasa por la búsqueda de algún especialista que resuelva el problema con los alumnos directamente. El especialista puede operar en un momento, pero cuando la solución está ligada a los efectos y no a las causas, cuando éste se va, los chicos tienden a retornar a las mismas situaciones. Dado que la problemática es sistémica, el trabajo debe ser dirigido a todos los actores, no sólo en forma individual, sino en su conjunto y en la dinámica de funcionamiento del grupo en su totalidad. Para ello es fundamental la comprensión de por qué se produce el hostigamiento. Los mismos docentes tienen sus hipótesis personales, sobre las bases de sus creencias acerca de las causas del problema y, en función de ello, de las posibles soluciones y las medidas de prevención. Por ello la idea no es que el experto actúe con los niños, sino trabajar con los docentes para que en principio tomen conciencia del tipo de creencias que tienen, que son las que en definitiva delinean sus acciones y su posible reformulación más funcional. Un investigador mexicano, Valdez Cuervo, realizó hizo una estudio en 2013 en el que observó que las estrategias que tenían los docentes en sus clases dependían de las creencias con las que operaban, tanto en cuanto a la prevención como en cuanto al afrontamiento. Entonces, en el año 2015, hicimos una evaluación de las creencias en docentes de la ciudad de Buenos Aires de una muestra de 316 docentes de ambos sexos (22,5% hombres y 77,5% mujeres) de colegio primario de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires donde evaluamos sus creencias. Confeccionamos y validamos un cuestionario para ello y comparamos esas creencias con lo que la literatura científica describía. Observamos en los docentes muchas equivocadas y otras en las que percibían sólo una parte del problema. Por ejemplo, que “los chicos tienen que resolver”, o “la responsabilidad es de los padres”, o que “a veces una medida ejemplar puede detener todo el fenómeno” o que “sólo las medidas punitivas podían llegar a resolver el tema de la violencia”.

En último término intervenimos a través de la realización de talleres, tanto psicoeducativos como vivenciales con los docentes para compartir y reformular sus creencias acerca de las causas, medidas preventivas y contingentes al hostigamiento en la escuela.

Sinopsis: ¿Cuál es la permeabilidad de los docentes a escuchar las intervenciones o las observaciones que ustedes hacen?

BK: Es variable, algunos docentes se quedan aferrados a sus creencias, confunden lo que son sus puntos de vista subjetivos con la verdad, por lo cual es difícil que acepten otros aún con datos objetivos. Nosotros hacemos diferentes tipos de talleres, algunos en los que damos información. Pero cuando la información no es suficiente también hacemos algunas experiencias psicodramáticas donde los docentes asumen los diferentes roles de los actores del Bullying. Algunos son hostigadores, otros hostigados, otros testigos, y en función de eso invitamos a que ellos vayan experimentando lo que se vive en cada uno de los roles. Estas prácticas permiten que cuestionen sus propias convicciones y reflexionen acerca de la confusión entre sus valores, lo que debería ser, y los datos. Así les permite reestructurar y resignificar sus ideas y comprender y aceptar de mejor grado algunas intervenciones.

Sinopsis: ¿Cuán permeables son las escuelas, más allá de los docentes, la comunidad educativa?

BK: Creo que hoy en día tenemos mayor permeabilidad. Si comparamos la situación actual con nuestra experiencia previa en el año 2008 o 2009, aún viniendo con una autorización ministerial para el estudio y posterior capacitación muchas escuelas se negaban a las encuesta. Ahora existe mayor apertura en los colegios, tanto para los cuestionarios y las evaluaciones como para los talleres que hacemos con ellos o con los chicos. Nuestro equipo en la Universidad de Flores, está compuesto por investigadores, docentes y alumnos. Operamos dentro del área de Flores y de Buenos Aires en algunos colegios. Se trabaja con docentes y directivos. En la tarea con los alumnos se utilizan, por ejemplo, dibujos animados de los Simpsons, donde los chicos, en su propio marco de referencia, se sienten identificados; y así se discute con ellos determinados tipos de situaciones de convivencia.

Sinopsis: ¿Encontraron algún factor que determine que el colegio sea más o menos dispuesto a preguntarse, cuestionarse o buscar algún tipo de ayuda en este tipo de situaciones?

BK: En general la apertura o rigidez que exista en los cuadros directivos es un factor esencial, más allá de las motivaciones particulares de los maestros. Sin embargo en estos días hay mucho mayor interés en resolver eso. A pesar de ello siguen existiendo estructuras muy rígidas donde no hay comunicación entre la diferentes jerarquías o subsistemas y entonces suele tornarse muy complicado.

Sinopsis: ¿Se han utilizado intervenciones efectivas y validadas empíricamente que se hayan utilizado en los colegios?

BK: Algunas investigaciones a gran escala devinieron en intervenciones. Entre ellas el Método de Olweus (1983), Bullying Prevention Program (BPP). Se llevó a cabo en Noruega, en Suecia, en Estados Unidos, y ha servido de medio de inspiración al resto de estudios y programas desarrollados más tarde. En Estados Unidos fue categorizada como programa “Blueprint” porque cumple con algunos criterios básicos como generar efectos positivos en un número importante de personas, que son observables y medibles un año después y además ser efectivo, al menos, en otro lugar diferente al que se aplicó en la primera vez. El método de Olweus está basado en principios como ser ambiente cálido y receptivo, límites comunitarios claros, sanciones (no punitivas, ni físicas) inmediatas y estrictas ante conductas agresivas, y establecimiento de modelos de autoridad positivos por parte de los adultos. Por otra parte, en Inglaterra se desarrolló el Proyecto Sheffield (en la universidad homónima), donde se interrelacionan intervenciones para los tres niveles: la escuela, la clase e individualmente en los niños formando una unidad de prevención completa. La Dra. Ortega en la Universidad de Sevilla, desarrolló “El Proyecto Sevilla Anti-Violencia Escolar” (SAVE), inspirado en el Proyecto Sheffield. En Europa, uno de los programas que más se usa en la actualidad es el Método KiVa, creado por investigadores en la Universidad de Turku para las escuelas públicas de Finlandia durante el 2007 y 2008. Presenta estrategias para prevenir situaciones de acoso y, a su vez, detener el hostigamiento en curso. Es dirigido por los profesores Cristina Salmivalli y Elisa Poskiparta y ha aportado herramientas para los maestros, instrucciones para estudiantes, material de aprendizaje virtual, e indicaciones claras para los miembros de la institución escolar para detener los eventos de intimidación de manera efectiva. Está dirigido al personal de toda la escuela, las familias y la comunidad, siendo un instrumento educativo que enfatiza el respeto y la dignidad y en particular que las sanciones no sean punitivas ni físicas. Lo diferencial en este método es el trabajo con los testigos puesto que si no denuncian el acoso forman una alianza invisible con el hostigador, incluso por temor a ser hostigados. Todos estos métodos son realmente interesantes aunque es imprescindible su adaptación a nuestro medio y cultura.

Intervenciones con los padres

Sinopsis: ¿Qué tipo de intervenciones se hacen con los padres? ¿Cuál es el rol de los padres y qué tipo de intervenciones se pueden hacer en ellos en forma preventiva o cuando el escenario del bullying está instalado para que puedan acompañar? Me refiero a los padres del hostigador, del hostigado o de la comunidad, de esa clase.

BK:Es una buena pregunta. Hay que ver cómo es la dinámica de cada familia. Muchas veces el tipo de funcionamiento hace que uno de esos hijos tenga mayor vulnerabilidad a ser hostigado. Supongamos que en cierta familia haya determinado nivel de agresividad. Eso obviamente predispone a que el chico adopte el mismo rol o el rol complementario, ya sea agrediendo o siendo agredido. La misma dinámica la traslada al colegio, incluso si un niño tiene el rol del agredido termina agrediendo con los mismos niveles de violencia. Por ello es importante detectar el estilo comunicativo de la familia, los niveles de violencia, y los diferentes roles asumidos. Los modelos violentos pueden suceder entre los mismos padres, entre padres e hijos o entre los mismos hermanos donde se asumen roles complementarios, como le decía de agresor y agredido. Es importante observar la forma de resolución de conflictos dentro del sistema familiar, el manejo de las emociones y si existen depositarios o “chivos emisarios” de la disfunción o problemática como forma de manejo habitual. Cuando acude la familia por ejemplo de un niño que asume el rol de hostigador, no citarla con un fin punitivo o culpógeno. La acción punitiva genera escaladas. Los padres muchas veces se sienten confundidos, sin recursos y utilizan los modelos de sus propias familias, no necesariamente funcionales. La acción comprensiva de los conflictos y la búsqueda de nuevas alternativas comunicacionales efectivas que puedan satisfacer las necesidades individuales y del sistema en general produce efectos reparatorios. A veces las familias de niños hostigados, ya sea por su origen o ascendencia o su estatus económico, están desvalorizadas, y cuando el niño va al colegio tiene incorporada la desvalorización y desde ahí se comunica con los otros, mostrando vulnerabilidades que suelen utilizarse para el hostigamiento. En esa familia hay que trabajar no sólo con el niño sino con la autovaloración de ellos como grupo familiar.

Diagnóstico de Bullying

Sinopsis: Y yendo específicamente a los niños, cuando la situación de bullying está instalada, cuando el niño empieza a tener una serie de manifestaciones o síntomas y en el mejor de los casos llega a un profesional, un psiquiatra o un psicólogo para su evaluación, ¿qué alarma, o qué signos o síntomas usted podría señalar para que un profesional tenga en cuenta?

BK: Habitualmente la consulta llega por los niños que son hostigados. A veces, los padres no detectan signos de alarma y el mismo colegio cita a los padres por dificultades en el rendimiento escolar, distracciones, aislamiento, falta de interés y desmotivación, hasta problemas de comprensión que hasta ahora no había manifestado. Otras veces se manifiestan más abiertamente en la familia signos de depresión. Es importante que en los niños la depresión aparece con diferentes grados de enmascaramiento. El niño no nos dice “estoy deprimido”, sino como le decía, cambia el rendimiento escolar, no se comunican, se encierran en sus piezas solos con la computadora, dejan de compartir actividades sociales con otros niños, están “aburridos”, les da pereza ir al colegio y en algunos casos esto suele ser confundido por los padres con vagancia. Muchas veces los chicos se sienten muy culpables de lo que les sucede y hasta por ser hostigados, les cuesta abrir lo que les sucede porque sienten que ellos son los que vienen “fallados”. Lo más grave es que habitualmente no comparten lo que les sucede ni dentro ni fuera de la familia. Para el profesional es importante tener en cuenta que estas manifestaciones no pueden estar descontextualizadas y deben chequear, más allá de la semiología habitual y los vínculos familiares, la posibilidad del hostigamiento en el colegio. Fobias escolares, trastornos de ansiedad, son muchas veces provocadas por los estresores escolares no normativos y violentos del acoso. No hay que descartar manifestaciones de estrés postraumático producto de este fenómeno, donde el niño se encuentra atormentado por imágenes internas del acoso que no puede manejar. Para resumir dificultades en rendimiento escolar, trastornos depresivos, trastornos de ansiedad y síntomas post traumáticos deben hacernos pensar como profesionales en el hostigamiento escolar.

Sinopsis: ¿Y cuál le parece que es la mejor forma de indagar si existe esta problemática, si llega un niño con esta sintomatología? Con esto que estaba mencionando no va a querer comentar en forma inmediata esta problemática ni la va a querer sacar a la luz. ¿Existe alguna estrategia para poder abordar y detectarla?

BK: Lo esencial, pensar que existe el Bullying. De la misma manera que con el adulto, por ejemplo, que puede existir la bipolaridad cuando un paciente padece un episodio depresivo. Porque si no pensamos en la posibilidad de que ocurra, no lo vamos a detectar. “Uno ve lo que sabe”. Si el niño le cuesta abrirse para abordarlo debemos tener en cuenta que cuanto mayor es la resistencia, más indirecto es el enfoque. ¿Qué significa esto? Que si uno ve que el niño habla poco, lo esencial es generar un vínculo empático primero. Luego puede trabajarse con medios indirectos de diagnóstico como el dibujo, ya sea a través de técnicas específicas como ser Casa, Árbol y Persona, Persona bajo la lluvia, el mismo Bender con la configuración de las figuras más allá de su valor en lo visomotor. Pero también en el dibujo libre las historias asociadas a su producción gráfica y la vinculación con los episodios de agresividad. También narrativa (historias indirectas de héroes y villanos, por ejemplo) donde analógicamente dibuja y describe el hostigamiento. Suelen contar historias de violencia y realizar dibujos con elementos agresivos, El dibujo libre es muy interesante porque al no sentirse presionado el niño a contar directamente el suceso, suele expresarse más fácilmente. Pero reitero que para todo ello el rapport y la comprensión empática no directiva es esencial.

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Tomado de: https://www.trabajemos.cl/2013/09/20/test-persona-bajo-la-lluvia/

Cyberbullying. Intervenciones

Sinopsis: Retomando el tema del cyberbullying, en ese caso la intervención pareciera ser más compleja porque escapa el ámbito escolar. Entonces ¿cómo son las intervenciones?

BK: La intervención es bastante más compleja. Hoy en día, niños y adolescentes se rodean de amistades y hasta grupos virtuales organizados hasta para los videojuegos o para apoyar bandas musicales, equipos deportivos. Comparten sus modos de vida con otras personas de cualquier lugar del mundo y estas redes sociales pasan a suplir a agentes de socialización tan importantes como la familia o el colegio. Los padres deben estar atentos a que todo niño que participa en la red está potencialmente expuesto no sólo al ciberacoso sino a otras formas alternativas de violencia. Una de ellas, el sexting, del inglés, “Sex”, sexo, y “Texting”, envío de mensajes desde teléfonos móviles, fotografías y vídeos de sí mismos con contenido sexual, tomadas o grabados por los protagonistas, usadas posteriormente como forma de acoso al viralizarlas en la red. Otra forma es el “grooming”. “Groom” se refiere a conductas de preparación, acercamiento, acicalamiento con el fin de conseguir el manejo emocional de un menor para un posterior abuso sexual. Abarca prácticas de ciberacoso que son realizadas por adultos, “groomers”, con patología perversa (pederastas y pedófilos), siendo un proceso gradual, en el que se manipula y persuade con violencia. Es una categoría de abuso sexual infantil, que si bien no es exactamente ciberbullying, utiliza las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC) y posee importantes efectos traumáticos por su disruptividad. Lo más complejo es el anonimato de los diferentes tipos en el ciberacoso ya sea por pares o por adultos. Son habituales los ejemplos de padres que me comentan que sus hijos de 11 o 12 años juegan a la play station con otros amiguitos de la red conocidos y desconocidos y a través del juego les son solicitados solicitan datos privados posibles de ser utilizados con fines perversos de adultos que simulan ser niños. Muchas veces cortar la cibercomunicación es la alternativa viable, para que deje de estar expuesto, a pesar de ser resistida con cierta frecuencia por los niños aún con el malestar por el acoso. También en el cyberbullying los chicos que son hostigados suelen carecer de habilidades sociales, hoy también “informáticas”. Entonces trabajar indirectamente sobre las mismas ayuda. Todavía no hay una estrategia sistematizada validada. Sin embargo la educación y el trabajo con padres y maestros es un instrumento muy valioso.

Sinopsis: Y en forma preventiva, previa a la instalación del ciberacoso ¿se le puede brindar al chico algún tipo de herramientas para evitar que estén en esa situación o detecten ellos?

BK: Eso se puede y si se hace es extraordinario. Y le digo que es extraordinario porque muchas veces tenemos generaciones de padres distintas a las que teníamos cuando éramos chicos. Antes, los padres tenían más presencia, no existía Internet. Hoy en día, hay padres que trabajan todo el día, hasta las 6 o 7 de la tarde, vuelven a las 8. Los chicos están muy solos. Es difícil manejar este tipo de situaciones donde tenemos que sentarnos con los padres para ver cómo implementar algún tipo de control. Realmente cambiaron mucho las cosas y hoy en día ha cambiado el rol de la mujer. Considero que es mejor que así sea y que todos tengan la posibilidad de trabajar y autorrealizarse. Sin embargo algún tipo de reajuste o de cambio en la dinámica familiar se hace necesario para que se pueda conseguir un adecuado control del manejo de actividades de los hijos. Una de las alternativas actuales es la doble escolaridad, donde el niño suele estar en un ambiente contenido durante bastante tiempo. Quienes no tienen esa posibilidad y sus cuidadores no pueden compartir ese tiempo con ellos, o no están al tanto de TIC, por ejemplo abuelos, el riesgo es mayor. En muchos casos el que termina teniendo el control es el niño y no el cuidador. Hay que trabajar con la familia o en coordinación con los cuidadores y los padres y ajustar la estrategia a cada caso. No se puede dar una receta exacta sin conocer la dinámica. Existen herramientas operativas para la prevención tales como no contestar a las provocaciones, usar patrones de educación en la red y reglas consensuadas (netiqueta), abandonar la conexión ante el acoso, no facilitar datos, no hacer lo que no se haría frente a frente, guardar pruebas, pedir de ayuda, saber que nunca se está del todo seguro y otras medidas que si bien son indispensables no llegan a ser suficientes si no se opera en la vulnerabilidad psicológica y sistémica. Sin embargo más allá de lo operativo el trabajo con la familia es esencial.

Bullying y género

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Tomado de: http://www.diarioeldia.cl/mundo/educacion/que-hacer-en-caso-sufrir-ser-testigo-bullying

Sinopsis: Ha aparecido con cierta frecuencia en los medios cómo el bullying en determinado contexto y muchas veces vinculado a casos en relación a la diversidad de género llevaban a extremos a los niños. ¿Ha notado algún cambio a partir de la mayor aceptación de la diversidad de género en relación al bullying? Porque los casos más resonantes suelen ser adolescentes, homosexuales que han sufrido bullying y han terminado en intentos o en la concreción del suicidio.

BK: Lo que todavía está en proceso de cambio es la aceptación de la familia de la diversidad de género. Un chico que es aceptado por su familia tiene una actitud muy diferente en el colegio. Y un chico que no es aceptado en su familia se siente inadecuado y son los más propensos a eso. Generalmente, un chico no se suicida por ser hostigado por su identidad de género y orientación sexual, sino porque no tiene los recursos afectivos ni los tuvo en las primeras fases de apego con su familia. Cuando tiene que afrontar una situación tan traumatogénica, por decirlo de alguna manera, carece de contención interna y su capacidad de elaborar el trauma es muy limitada. Obviamente la discriminación y exclusión es un estresor enorme, pero hay diferencia entre los chicos contenidos, que han tenido apegos seguros y los chicos que no. Sin embargo el poder ir aceptando las diferencias como sociedad, facilita la aceptación en la escuela.

Sinopsis: ¿Entonces no es el bullying en sí mismo sino la familia y la comunidad en la cual está inserto?

BK: Exacto. Los modelos de comprensión son, como lo ha enunciado Brofenbrenner en 1992, ecológicos, teniendo en cuenta el microsistema familiar, el mesosistema (interacción con otras familias, escuela), el exosistema (trabajo de los padres, relación de los docentes con otros maestros) y macrosistema, condiciones sociales. El bullying en sí mismo es muy grave, pero en contexto y dentro de una mirada más amplia en donde se trabaja con diversidad de factores. La función del psicólogo o del psiquiatra es evaluar qué pasa en los diferentes sistemas involucrados y actuar mayormente, por sus alcances, en la familia y en el colegio.

Bullying y legislación

Sinopsis: ¿Podría comentar algunos aspectos sobre la legislación actual?

BK: Considero que la legislación actual ha mejorado pero aún faltan algunos procedimientos en relación a cómo llevarla adelante. A nivel nacional existe una ley que incluye la promoción de la convivencia, el abordaje de la conflictividad social en las instituciones educativas, la creación de una línea telefónica gratuita, designación de equipos de atención y derivación, tareas de investigación, recopilación y difusión de experiencias que promuevan la convivencia. También algunas leyes provinciales como en la Provincia de Buenos Aires. Las directivas generales son buenas, e instan a los colegios a la prevención de bullying. A la hora de la implementación, debería haber equipos capacitados que se ocupen específicamente tanto de la prevención como de su afrontamiento. Pero se han dado cambios importantes y me parece que es una cuestión de tiempo.

Perspectivas a futuro

Sinopsis: La última pregunta es en relación a las futuras investigaciones, a los futuros proyectos que están desarrollando con la Universidad de Flores sobre esta temática.

BK: Estamos investigando sobre algunos de los factores de protección o vulnerabilidad en los niños, entre ellos, la empatía y las habilidades sociales. Para la primera de estas variables utilizamos un cuestionario (Davis, 1983) desde una perspectiva multidimensional. Para las habilidades sociales la escala de Matson (Messy) que mide habilidades y competencias apropiadas, a la vez que deficiencias del comportamiento social. Lo realizamos sobre una muestra de 500 niños entre 11 a 13 años. Agregamos un cuestionario abreviado de la versión española para la prevalencia de Morato Vázquez. Dada la multifactorialidad del fenómeno es necesario estudiar todas las variables asociadas.

Sinopsis: ¿Prevalencia de Bullying en estas edades que me comentó? ¿11 a 13?

BK: Sí. Entre 11 y 13 años; en ese rango investigamos dado que es donde con más frecuencia aparece el hostigamiento, aunque para ser sincero el verdadero trabajo se debe realizar en prevención desde la educación en la convivencia pacífica en el preescolar. Después estamos haciendo otra investigación junto con el Ministerio de Desarrollo Social del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires trabajando sobre un tema que no tiene que ver específicamente con el bullying. Hay centros de desarrollo infantil, CEDIs, que trabajan con chicos de 45 días a 3 años, de familias vulnerables. Es como un jardín para chicos de familias en riesgo, con profesionales que contienen a las familias y a los chicos y se va evaluando antes y después del trabajo, qué pasa con el bienestar, qué pasa con la calidad de vida, el bienestar y la resiliencia en esas familias. La hipótesis, si lo vinculamos con la violencia, es que en esta etapa las familias más vulnerables a las que se les brinda contención, a largo plazo mejoran la calidad de vida y disminuyen las posibilidades de episodios de violencia. Otro proyecto tiene que ver con las representaciones sociales que tienen dichas familias de la palabra cuidado de los niños y si las mismas se ajustan a las necesidades realidades de los mismos.

Sinopsis: Esto se puede relacionar con lo que comentaba antes, acerca de cómo la familia tiene un papel en la capacidad de afrontamiento que tiene el niño frente a las situaciones traumáticas. O sea que a largo plazo se vincula con la temática del bullying…

BK: Claro, sí tiene relación, porque si estos chicos tienen modelos de convivencia y vínculos afectivos saludables seguramente replicarán el estilo comunicacional aprendido.

Sinopsis: Claro, le agradezco su tiempo y su paciencia y explicaciones. (V.P)

Tomada de: https://ideas.ted.com/9-pieces-of-practical-advice-about-bullying/ Bibliografía 1. Durán LG, Scherñuk Schroh JC, Panizoni EP, Jouglard EF, Serralunga MG, Esandi ME. Bullying at school: Agreement between caregivers’ and children’s perception. Arch Argent Pediatr 2017;115(1):35-42 2. Garaigordobil M. Prevalencia y consecuencias del cyberbullying: una revisión. nternational Journal of Psychology and Psychological Therapy 2011, 11, 2, pp. 233-254 3. Avendaño Prieto BL. Diseño y análisis psicométrico de un instrumento para detectar presencia de ciberbullying en un contexto escolar. Psychology, Society, & Education 2015, Vol. 7, Nº. 2, 2015, págs. 213-226 4. II Estudio sobre acoso escolay y siberbullying según los afectados fundación ANAR. Madrid, España. 2017. https://www.anar.org/wp-content/uploads/2017/04/INFORME-II-ESTUDIO-CIBERBULLYING.pdf 5. Kerman B. UNA VISIÓN PANORÁMICA DEL FENÓMENO BULLYING. CALIDAD DE VIDA – Universidad de Flores –Año I, Número 5, pp. 159-173 6. García Coto MA, Kerman B, Sinigagliesi F, Knallinsky M, Molinari F, Kelly M, Mures G. Análisis descriptivo de situaciones de maltrato desde la perspectiva del hostigador, el hostigado y los testigos en estudiantes de nivel inicial de la Ciudad de Buenos Aires. Diferencias según el sexo de los participantes. HOLOGRAMATICA – Facultad de Ciencias Sociales – UNLZ – Año VII, Número 17, V3 (2013), pp. 43- 58 http://www.cienciared.com.ar/ra/usr/3/1451/hologramatica_n18v3pp43_58.pdf 7. Moratto Vásquez NS , Cárdenas Zuluaga N , Berbesí Fernández DY. Validación de un cuestionario breve para detectar intimidación escolar. Revista CES Psicología. Volumen 5 Número 2 Julio-Diciembre 2012 pp. 70-78 8. UNICEF. VIOLENCIA ESCOLAR: EL MALTRATO ENTRE IGUALES EN LA EDUCACIÓN SECUNDARIA OBLIGATORIA. Madrid, 2000. https://www.defensordelpueblo.es/wp-content/uploads/2015/05/2000-01-Violencia-escolar-el-maltrato-entre-iguales-en-la-educaci%C3%B3n-secundaria-obligatoria.pdf 9. Valdés Cuervo AA, Estévez Nenninger H, Manig Valenzuela A. Creencias de docentes acerca del bullying. Perfiles educativos. Volumen 36, Issue 145, 2014. P 51-64 10. Kerman B. Un Estudio Descriptivo De Las Creencias Docentes Acerca Del Fenómeno Bullying. European Scientific Journal May 2016. http://eujournal.org/index.php/esj/article/view/7386/7114 11. Hamodi Galán C, Jiménez Robles L. Modelos de prevención del bullying: ¿qué se puede hacer en educación infantil?. https://www.redalyc.org/jatsRepo/5216/521654339002/html/index.html 12. Lenhart A. Teens and Sexting. How and why minor teens are sending sexually suggestive nude or nearly nude images via text messaging. December 2009. http://ncdsv.org/images/PewInternet_TeensAndSexting_12-2009.pdf 13. Mitchell KJ, Finkelhor D, Jones LM, Wolak J. Prevalence and Characteristics of Youth Sexting: A National Study. Pediatrics January 2012, VOLUME 129 / ISSUE 1. https://pediatrics.aappublications.org/content/129/1/13.short 14. Bronfenbrenner, U. (1992). Ecological systems theory. In R. Vasta (Ed.), Six theories of child development: Revised formulations and current issues (pp. 187-249). London, England: Jessica Kingsley Publishers.

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