Aborto legal: Mujeres haciendo historia


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“Víctima” Escultura de Fernando Clavo Sanz en la Plaza César Augusto de Zaragoza.


En la práctica de la psiquiatría y de las disciplinas relacionadas con la Salud Mental y con la Medicina en general conocemos las consecuencias que conllevan el que una mujer sea obligada a sostener un embarazo fuera de su voluntad; consecuencias que muchas veces implican severos riesgos para la integridad de la mujer y que también van a afectar profundamente al sujeto por venir.

A diferencia del resto de las especies el ser humano para devenir en sujeto humano necesita ser deseado, esperado, y contar con un nido que lo aloje y que permita la construcción de un vínculo indispensable para el buen desarrollo de la red neurobiológica y de la subjetividad que conducen a un sujeto saludable.

En las cuestiones que atañen a la sociedad, a la convivencia, al respeto por los derechos y al cuidado de la calidad de vida de sus habitantes no deben entrar en debate las convicciones morales o religiosas sino las políticas públicas que garanticen el cumplimiento de esos derechos.

En el tema del aborto legal y seguro el debate sobre el origen de la vida no es un debate válido frente a las urgencias y a las desigualdades sociales que exponen a las mujeres más vulnerables a prácticas clandestinas que las condenan a la ilegalidad poniendo en riesgo su vida y despojándolas de todo derecho sobre las decisiones a tomar sobre su propio cuerpo.

Nadie debe imponer su propia convicción como razón de estado. Es un tema que debe ser llevado de manera urgente al ámbito de la Salud Pública eliminándolo para siempre de la Justicia Penal.

En el artículo que presentamos el Dr. Miguel Castillo, residente de Psiquiatría de Tucumán expone de manera amplia y a través de distintos testimonios su análisis sobre el tema y nos cuenta cómo se ha conformado la “La Red de Profesionales de la Salud por la Vida y el Aborto Legal. Yo estoy para vos”. (N. de la R.: Nora Leal Marchena)






¿Por qué los profesionales de la Salud Mental se involucraron en el debate por la ley de I.V.E (Interrupción voluntaria del embarazo)?

*Miguel Castillo (miguecastillo3123@gmail.com)



En Argentina en estos últimos meses, un tema empezó a resonar en la sociedad, ganando cada vez más fuerza, hasta convertirse en el protagonista de las discusiones, no solo de la Cámara de Diputados, de Senadores, de partidos políticos, sino que comenzó a debatirse en lugares de trabajo, en sociedades científicas, en las calles, en las reuniones de amigos y en cada hogar de cada rincón de nuestro extenso país.

Algo que me llamó la atención de sobremanera, es el involucramiento de cientos de profesionales de la Salud, en este hecho; socio-político-sanitario, razón por la cual me pareció interesante escribir este artículo, mostrando una visión propia, y sumada a la de otros profesionales que se involucraron, no solo en la discusión, sino que le pusieron el cuerpo a este proceso que estamos viviendo, con diferentes actividades, de las que formo parte. Por todo esto, decidí investigar, y tratar de encontrar una respuesta al interrogante que dio título a esta nota. Los invito a leer este artículo y conocer el proceso que fuimos viviendo en todo el país, pero mostrando específicamente, lo que sucede en la provincia de Tucumán.

#Yo estoy para vos: el inicio de La Red de Profesionales de la Salud por la Vida y el Aborto Legal

Previo a la votación de Diputados, en Julio de este año, diferentes agrupaciones de mujeres, organizaron la realización de un video, invitando a profesionales de la salud, (entre los cuales me encontraba) a hacer público su posicionamiento a favor de la aprobación de la ley de I.V.E, en respuesta a un video realizado por otros profesionales, con la consigna “No cuenten conmigo”.

“Nos convocamos para pensar otra posición, en relación a este debate de la interrupción voluntaria del embarazo. Planteamos una postura, que tiene más que ver con el mensaje #yo estoy para vos, diciéndole a las mujeres: estamos acá para acompañarlas, sin juzgamiento, sin criminalizarlas, sosteniendo principalmente que este tema, es un problema de salud pública” - comenta la Lic. Guadalupe Iglesias Correa, psicóloga y miembro de la Red.

“A partir de ahí surgió la inquietud de los que habíamos participado, de poder seguir trabajando, debatiendo, investigando, para poder fundamentar más sólidamente nuestro posicionamiento, y romper el discurso hegemónico que rondaba, y acaparaba la opinión pública, estableciendo una discusión con una base científica, ética y responsable”, agrega.

De esta manera se conformó la Red de Profesionales de la salud por la vida y el aborto legal, una red que comenzó a crecer, y actualmente cuenta con más de 300 profesionales de diferentes áreas, Medicina, Psicología, Enfermería, Obstetricia, Trabajo social, y de las más variadas especialidades, Psiquiatría, Ginecología, Medicina General Neurología, Clínica, Pediatría, entre otras.

“Además lo que enriquece a la red es la multiplicidad de ideologías y creencias religiosas” comenta la Dra. Cecilia Ousset, médica toco ginecóloga, católica y objetora de consciencia, quien también refiere: “Cuando me invitaron pregunté si servía para algo en la red, siendo objetora de consciencia, y ahora sé que sirvió para poner mi punto de vista, eso es justamente lo más enriquecedor, los diferentes puntos de vista, donde vamos disolviendo prejuicios y aprendiendo de los otros, en nuestras reuniones de los días miércoles”.

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Aborto Legal o Aborto Clandestino: el Verdadero debate

La primera intervención importante, fue la publicación de una solicitada, en el diario tucumano “La Gaceta” comentan en la entrevista tanto Iglesias como Ousset agregando: “El verdadero debate no es aborto si o aborto no, ya que esta es una realidad que existe. El verdadero debate es aborto legal o clandestino, el verdadero debate es si seguimos permitiendo que la clandestinidad sea la responsable de la primer causa de morbimortalidad materna. Queríamos plantear el debate como lo que es: un problema de salud pública, mostrando la base científica, que demuestra que en los países con legalización, las muertes por abortos disminuyeron, llegando a cero o casi cero. También disminuyeron las internaciones relacionadas con complicaciones de abortos, como hemorragias, infecciones, sepsis y en los cuadros más graves histerectomías, que tristemente muchas veces anteceden a la muerte de las pacientes.” La ginecóloga pone énfasis en la diferencia según clase social: “los abortos existen, la diferencia está en que la que puede pagar un médico que lo realice, tiene mucha menor exposición a complicaciones que la pobre que está condenada, a acudir a prácticas mucho más riesgosas, sin la supervisión médica”.

Durante la entrevista aclaran lo que la Red transmite en cada actividad; en mesas paneles, radios abiertas, entrega de folletería: “No solo apoyamos la legalización de una práctica, sino que estimulamos la Educación Sexual Integral en las escuelas, y la entrega de métodos anticonceptivos en los servicios de salud, porque esto debe ser un conjunto de medidas sanitarias, para mejorar las condiciones de salud sexual en general”, como es el lema de la Campaña Nacional “Educación sexual integral para decidir, anticonceptivos para no abortar y aborto legal para no morir”.

El Sujeto Humano desde una visión integral; cuerpo, y psiquis (alma), unidad inseparable, con vivencias y deseos.

Es importante remarcar que en esta Red los profesionales de la salud mental, conforman aproximadamente un 40%, motivo que me llamó demasiado la atención, por lo cual a la hora de realizar las entrevistas puse énfasis principalmente en obtener la opinión de los diferentes profesionales sobre el por qué tantos profesionales de esta área, se congregaron y participaban activamente de este debate.

Una de las opiniones que más me llamo la atención, fue la del Dr. Juan José Paz, médico neurólogo, ya que lejos de tener una perspectiva biologicista comenta: “Los profesionales de la salud mental, tienen una visión integral del sujeto humano, algo que fue perdiendo la medicina. La tecnificación de la medicina hace que haya especialidades y sub especialidades, se va fragmentando el cuerpo y se va olvidando al sujeto”. Sobre la temática del aborto específica que “hay una cuestión que es clave en el tema del aborto; y es cómo miramos epistemológicamente todos los problemas que son de la salud. En el caso de una visión puramente biologicista y mecanicista, hay una concepción de que el embrión humano está a la misma altura que el sujeto humano que es la madre, o la mujer. Eso es una equiparación puramente biológica, y es no comprender el problema del aborto, que es una decisión de la mujer; o lo hacen de esta manera, con una visión biológica, que comparte responsabilidad con la concepción religiosa, se olvidan que el aborto es una práctica más que acompañó a la humanidad, dándole una connotación negativa, el aborto es la muerte, lo comparan con el homicidio”. Remarca que el aborto “es un derecho” y que debe estar enmarcado dentro de los derechos a la salud sexual y reproductiva de las mujeres. Por último, menciona a los trabajadores de la salud mental que están en desacuerdo con la ley: “Tienen esa visión mecánica y biológica, se limitan a categorizar al sujeto humano patologizándolo, y luego planteando un tratamiento para resolver esa crisis epistemológica que vive la medicina, de la causalidad efecto olvidándose de esa mujer, ese sujeto que tomó la decisión de no ser madre y no se la respeta”.

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Lidia González. Artista visual. Dibujo cosido. Buenos Aires


Saber Escuchar el Sufrimiento...

Por su parte, la Dra. María Eugenia Moyano, psiquiatra infanto - juvenil, referente de las residencias de psiquiatría en Tucumán, y ex miembro de PEF comenta: “Cada acto de tomar la palabra en estos momentos tiene una validez, requiere de un cierto movimiento y de un cierto atravesamiento en el tema, tocó a diversos sectores, gente de diversos pensamientos, agrupados en diversos estamentos educacionales, gubernamentales y también particularmente a profesionales de la salud, y esto me parece muy relevante, tenía que ser así. Los profesionales de la salud mental tienen la capacidad de poder escuchar en cada relato de cada mujer que se acerca, escuchar el sufrimiento y la batalla de las mujeres por lograr una sociedad más equitativa respecto de los roles, y que por lo tanto, no solo en esta causa sino también en la defensa de los derechos de la mujer, los profesionales de la salud mental debemos tomar una posición activa, y apoyar a los movimientos que impliquen nuevos caminos, nuevos derechos para las mujeres, no solo por las mujeres que nos consultan, sino en mi caso también por ser mujer, y no solo por ser mujer, sino por el modo de escuchar”.

La psiquiatra remarca, la importancia de la participación de los trabajadores de la salud mental: “Los compañeros psicólogos, psicólogas, médicos y médicas, que se agruparon casi sin conocerse, por mi parte desde lo que vivo día a día, en el grupo al que pertenezco que es la Red por la Vida y el Aborto legal, ha favorecido en mí, un sentimiento de no estar sola. Eso también tiene que ver con implicarse, estar en los consultorios y en cada lugar que nos toca, escuchando estos sufrimientos en soledad, a veces, sin tener con quien compartirlo al igual que les pasa a los usuarios del sistema de salud, que viven sus sufrimientos en situaciones de muchísima vulnerabilidad de derechos, del acceso a la salud restringida y a la salud mental todavía más. Por lo que los profesionales de salud mental, también hemos encontrado en este debate, que el involucrarnos, nos hacía encontrarnos con otros y dejar la soledad, eso le da muchísima fuerza, y también le da esperanza, cosa que todo terapeuta necesita, para ir al encuentro de un consultante, de un usuario de salud mental. Sus luchas se transforman en los motivos de nuestras luchas, eso me parece genuino y me resulta motivador, como a todos los que nos involucramos. La sociedad puede modificar y convertir algunos parámetros que hacen que algunos estén por fuera y vulnerados en sus derechos, puedan incluirse dentro de la legalidad y la no vulneración de sus derechos. Más allá de los resultados, se ha producido una situación única, respecto de cómo dialogar y de poder poner los temas importantes en los medios, en las calles, en los grupos, con otros, con “otres” como me enseñaron mis compañeres a hablar. El involucramiento tiene que ver con una búsqueda personal, con una movilización a partir de la escucha, con un intento de reivindicación y de apertura, para que la sociedad vaya ganando en derechos y todes podamos vivir en un estado democrático y sin hipocresías”.

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Lidia González. Artista visual. Dibujo cosido. Buenos Aires


Psicoanálisis, Salud Pública y la nueva ley de Salud Mental

Al ser consultada, sobre el porqué del involucramiento de los profesionales de salud mental, la Lic. Guadalupe Iglesias Correa cree que “la hipótesis tendría dos patas, una teórica, dada por la formación, en mi caso el psicoanálisis: Freud separa la sexualidad humana de la sexualidad animal y del instinto, planteando que la sexualidad tiene más que ver con las identificaciones. Lacan también plantea la diferencia entre mujer, femeneidad y maternidad, y en este sentido para que una mujer sea madre debe realizar ciertas operaciones simbólicas, no es que eso está dado de por sí por ser mujer, ni por instinto. Por otro lado, el psicoanálisis se diferencia de la medicina en tanto que no cura y porque tiene una concepción diferente de los que es “cuerpo”. Freud, además, plantea en “Consejos al médico” que el analista no puede anteponer más que su deseo de analista a cualquier juicio de valor. De lo que se trata es que a partir de ese concepto fundamental que es la abstinencia, el sujeto se enfrenta a su deseo que siempre es inconsciente, diferente al querer consciente. Todo el corpus teórico del psicoanálisis plantea esta cuestión del deseo de un hijo que va a ocupar un lugar en la economía libidinal de una mujer. En ese sentido un hijo puede nacer y ser abortado de diferentes maneras, hay que hacer varias operaciones para que alguien se constituya como un sujeto, quererlo, sostenerlo, etc. Cuando hablamos de maternidad forzada, nos referimos a que el producto de un hecho biológico (fecundación), no constituye per se un “hijo”, como tampoco estar embarazada determina que ahí hay una “madre”.

La otra pata sería la política, teniendo en cuenta la nueva ley de salud mental que se sanciona en el 2010, viene de un intenso debate en el seno de las prácticas. Esta ley pone de relieve los derechos del paciente, su autonomía, los derechos humanos, la inter disciplinariedad y la no subordinación al modelo medico hegemónico, que estamos contraponiendo, a esta cuestión de “no cuenten conmigo”. Lo que plantea la nueva ley de salud mental es que la salud pública debe desarrollar políticas universales, equitativas, inclusivas, y participativas. La problemática del aborto es una problemática de género y de acceso a la salud pública y de inequidad ante la imposibilidad de acceder a una práctica segura. Por supuesto que es una problemática de salud mental no solo porque pone en riesgo su vida, sino por los efectos subjetivos de la ilegalidad y la clandestinidad. Por último: un analista que trabaja en el campo social debe poder coordinar un debate crítico, y no hay vocación de pensamiento crítico, con vocación de futuro si no hay procederes críticos, esto lo dice Fernando Ulloa. Me parece que es poder llevar esta perspectiva, ética, integral y científica al campo de las prácticas y poder dar cuenta del padecimiento humano en todas las situaciones, por eso esta presencia fuerte de los trabajadores de la Salud Mental en la Red
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La visión de una psicóloga, joven, feminista y militante de años de esta causa.

Marina Breslin: Psicóloga infanto juvenil feminista. Integrante de Socorro Rosa Tucumán.

“Hay abortos, están entre nosotras”, comienza su discurso esta joven psicóloga, quien se manifiesta emocionada por esta nota, y lo demuestra en su voz, que expresa la certeza, de la cual está convencida. “Cualquier análisis sobre la realidad del aborto debe partir de la comprensión del mismo como una realidad urgente e impostergable. Hasta hace muy poco tiempo, nombrar el aborto era casi como decir una mala palabra. Una palabra fuerte, cuya materialidad llamaba la atención por la poca circulación que tenía, y que donde fuera pronunciada, hacía que lxs curiosxs se den vuelta a escuchar de qué se trataba. Hablar de aborto en Tucumán no es fácil. La recientemente “autopercibida” provincia “pro vida” se encarga de penalizar a quienes deciden visibilizarlo. Hablar de aborto no gusta, enoja a la burguesía, a los colegios católicos, a las iglesias, a los sectores beneficiados por políticas, que promueven el lucro con el cuerpo de las mujeres, quizás a aquellos que determinaron que sea la única provincia que en democracia, eligió como gobernador a un genocida”.

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Gabriela Gómez Gallo. Buenos Aires


Su militancia de años en esta temática, se percibe en cada palabra “Es por ello que el grito es más fuerte. Se exige que el aborto tome las calles, derrumbe conceptos, se escriba en las paredes, se haga carne en la lengua cotidiana. Exige un lugar en el discurso”. Sobre su profesión cuenta “Trabajo en el ámbito público con niñxs y adolescentes, y después de estudiar y pensar mucho, he decidido incluír en las entrevistas con padres (digamos que, con madres, que son quienes en general acuden a la atención en salud mental de sus hijxs) la pregunta sobre el aborto. Si bien existe consenso en la importancia de indagar si se trató o no de un embarazo deseado, preguntar si se pensó en interrumpir el embarazo es algo diferente y me abrió un mundo de posibilidades: madres aliviadas que se animaban a ponerlo en palabras por primera vez, casi como si hace años esperaran que alguien se los pregunte. Historias que se complejizan y que me permiten un panorama más claro de quién tengo enfrente. Un sufrimiento más que se suma a los que traen como motivo de consulta. Una información que faltó. Un profesional de la salud que no acogió. Un entorno que no facilitó”.“Hacia allí vamos. Es función de los profesionales de la salud acompañar, indagar, brindar información, opciones, palabras para nombrar las realidades. No hacerlo condena, y generar una distancia en la cual se fomenta la supremacía de un modelo médico hegemónico que poco ha podido dar respuesta a las problemáticas sociales que han atravesado nuestra historia. La persona consultante que acude a nosotrxs es la que más sabe sobre su padecimiento y con quienes debemos procurar una comunicación sincera, abierta y desprejuiciada si lo que queremos es restituir o promover su salud, entendida en la complejidad que la misma compone”.

La entrevista se torna extensa, pero al observar su rostro, escuchar y más que eso, dejarse atravesar por la fuerza de sus palabras, uno no puede más que escuchar y aprender de las vivencias de esta joven, hija de generaciones y generaciones de militantes feministas, y pongo énfasis en esta aclaración, porque quiero remarcar el lugar desde donde habla, ese lugar que muchas veces se les negó a las mujeres, en esta sociedad. “El otro día en un programa de radio me preguntaban sobre cómo hablar de aborto con niñxs, a lo que contesto ¿cómo no hablarlo? En la clínica con niñxs, tanto como en la vida cotidiana, atendemos a que saben mucho más de lo que los adultos creen, y que, a la vez, carecen de preconceptos que obstaculizan el poder hablar de ello. ¿Es que acaso creemos que no han escuchado hablar de aborto? ¿Que no lo han visto en los medios y redes sociales? ¿Que no nos han escuchado hablar con otrxs aferrados a un pañuelo? En una generación que pone especial peso sobre la imagen, lxsniñxs se encuentran todo el tiempo alcanzados por publicidades y programas televisivos que banalizan el cuerpo (de la mujer, por supuesto!) exhibido en posición de objeto decorativo. Ello puede ser recibido por el infante como un exceso, un cuerpo ajeno al niñx, no familiar, desnudo y no velado, que no se comprende pero se instala en el imaginario. Eso, que debería generar preguntas por parte de los adultos acerca de si es o no contenido apropiado para un niñx, pasa en general desapercibido. Lxs niñxs son grandes filósofxs: en ellxs las preguntas sobre la sexualidad y la muerte van dando forma a un mundo al que llegan y deben comprender, por cuanto reclaman la palabra del Otro que apacigua y da forma, como así también de la puesta en juego de la fantasía. La pregunta sobre el deseo en la propia concepción, como así también sobre la sexualidad de los padres, la muerte, el origen de la vida, etc. son constitutivos, existen ya en esa maraña de pensamientos que a veces a los adultos nos es tan difícil comprender, y que dan cuenta de su libertad, su creatividad, su flexibilidad. Estos pequeñxs gigantes comprenden todo: darles estatuto de sujetos es tratarlos como tales. No darles más información de la que reclaman, pero tampoco subestimar su enorme capacidad. Charlar con ellos es posibilitarles comprender y estimular que tomen un posicionamiento propio, deseante y significante. Como advirtió la filósofa Laura Klein, el aborto ha constituido un tabú en tanto aglutinó en su palabra los significantes de la sexualidad y la muerte. La educación sexual integral, entendida no sólo en el ámbito educativo sino en todos aquellxs espacios en los cuales lxsniñxs circulen, demanda un abordaje desde lo complejo y lo no banal, pero que deje de verse impedida por los silencios atávicos propios del sistema eclesiástico que hace que se vean como algo lejano y pecaminoso. Hablar con lxs niñxs, sobre todo con lxs propixs hijxs de sexualidad nunca será fácil, pero es necesario, y será más propicio en la medida en que podamos deconstruír esos significantes que en nuestras generaciones nos fueron negados. El relato de cómo un cuerpo se embaraza tiene que necesariamente incluír la posibilidad de que no finalice, como en un cuento de hadas, en un nacimiento. Para eso, justamente, están los cuentos. Pero como decía en un principio, “hay abortos, están entre nosotras”. Los embarazos no son una realidad irreversible y lxs niñxs lo saben, y el panorama político actual reclama a viva voz un posicionamiento adulto, amplio, diverso y comprensivo que le dé lugar en su discurso”.

Solo diré que después de estas palabras, ella sonríe, orgullosa de su militancia, sus ojos un poco vidriosos, demuestran esa emoción. Mientras tanto, yo, solo puedo dejarme contagiar por esa fuerza que transmite, y sentirme orgulloso, de esa mujer, que representa y manifiesta las convicciones, las certezas y el involucramiento de esta nueva generación que habita nuestro país.

La despatologización: una deuda y un ¿Nuevo paradigma?

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Lidia González. Artista visual. Collage. Buenos Aires


Para terminar esta nota, como residente de psiquiatría del último año, me gustaría expresar mi opinión o mejor dicho una pequeña reflexión, que me surgió transitando la discusión, sobre la interrupción voluntaria del embarazo. Por un lado, me puse a pensar en la Psiquiatría y como a lo largo de la historia de la humanidad, se ocupó de patologizar ciertas conductas, características y sentires humanos, con una base normativa, algo de lo cual debemos hacernos cargo. Pero por otro lado, también pensaba, que nos encontramos en un momento de incertidumbre, buscando el nuevo paradigma en nuestro campo, y me permito preguntarme, llenándome de esperanzas, si este nuevo paradigma no tenderá a la despatologización de esas conductas, como ya se hizo con la homosexualidad, y las identidades trans. Me permito ser muy optimista, y pensar que vamos a seguir investigando, estudiando, y analizando trabajos de investigación, pero buscando principalmente acompañar a los sujetos con sus singularidades, en sus sufrimientos y sus luchas, tratando de disminuir sus padecimientos. Y me lo permito pensar, porque no me imagino una medicina sin el mensaje: #yo estoy para vos.

Por todo esto, también creo que los profesionales de la salud mental, nos involucramos en este debate, porque nos animamos a Escuchar a un Sujeto Colectivo, que se visibilizó en este último tiempo, un Sujeto Colectivo con pañuelos verdes, instrumento que marca simbólicamente las luchas sociales por los derechos humanos mas importantes de nuestra historia nacional. Un Sujeto Colectivo formado principalmente por mujeres, que salieron a las calles a exigir por sus derechos sexuales, laborales, económicos y políticos. Mujeres protagonistas de esta historia, acompañadas por hombres que decidimos dejar de estar indiferentes a sus pedidos.

Para cerrar, dejo una cita de Michael Foucault, de Historia de la sexualidad: “Si el sexo está reprimido, es decir destinado a la prohibición, a la inexistencia, y al mutismo, el solo hecho de hablar de él y hablar de su represión, posee como un aire de trasgresión deliberada. Quien usa ese lenguaje, hasta cierto punto se coloca fuera del poder, hace tambalearse la ley, anticipa, aunque sea poco, la libertad futura”.

Porque, aunque la ley de interrupción voluntaria del embarazo, no se haya aprobado este año, sabemos que en un futuro cercano: Será Ley!!!. Por eso cientos de profesionales de la salud mental, a lo largo y ancho de todo el país, no dejaremos que repriman la Voz de ese Sujeto Colectivo.

* Miguel Castillo. Médico residente de Psiquiatría del Hospital Juan M. Obarrio. Residencia de Psiquiatría del Si.Pro.Sa Tucumán. Miembro de PEF Tucumán. También de Red de Profesionales de la Salud por la Vida y el Aborto Legal.




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