Dismorfofobias. Sexualidad femenina y cultura.

*Mirta Babiacki de Kijak



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Cuando los colegas comparten experiencias personales de su práctica clínica, o acercan reflexiones sobre temáticas poco tratadas en la literatura médica, se pone en juego algo del orden de la generosidad y del deseo de transmisión.
Mirta Babiacki de Kijak abre las puertas de su consulta por un lado, y por otro nos recuerda en su bibliografía a Katherina Phillips, una de las más reconocidas referentes en el tema del trastorno dismórfico corporal, de quien se ofrece material.

Resumen: En el presente trabajo desarrollo el tema “Trastorno Dismórfico Corporal” (TDC). Evaluaré el impacto en la autoimagen real o imaginaria. Las mismas se presentan como preocupaciones (TOC), trastornos de ansiedad, síntomas ansiosos-depresivos severos o leves, correlacionados con otras comorbilidades (Fobia Social, Trastorno Depresivo Mayor). Las mismas pueden derivar en un alto grado de ideación suicida. Como antecedentes existen modos fallidos de elaboración de traumas, con la consecuencia de compulsión a poli-cirugías pseudo-reparadoras. Estos cuadros se observan tanto en mujeres como en hombres, desde la adolescencia hasta la adultez. Los tratamientos de abordaje corresponden a psicoterapia con medicación psiquiátrica en la mayoría de los casos Es importante considerar las múltiples influencias.


Palabras claves:Dismorfofobia. Autopercepción. Esquema corporal. Autoestima. Cirugíasmúltiples. Hipocondría.

AbstractIn this work I develop the topic "Body dysmorphic disorder" (TDC). The impact on real or imaginary self-image will be evaluated. They are presented as concerns (OCD), anxiety disorders, severe or mild anxious-depressive symptoms, correlated with other comorbidities (Social phobia, major depressive disorder). They can lead to a high degree of suicidal ideation. As a background there are failed modes of trauma development, with the consequence of compulsion to poly pseudo-repair surgeries. These conditions are seen in both women and men, from adolescence to adulthood. Treatment implies psychotherapy with psychiatric medication in most cases it is important to consider other multiples influences.


Key words: Dysmorphophobia. Self-perception. Body image. Self-esteem. Multiple surgeries. Hypochondria.

Las características que presentan ciertos trastornos psiquiátricos evidencian cómo los mismos van mostrando diferentes expresiones, siguiendo las demandas culturales.

Las dismorfofobias son clasificadas por el DSM IV (300.7) y el CIE 10 (F45.2) como “Trastorno dismórfico corporal” y este es definido como el defecto y la preocupación del paciente por el aspecto físico. El defecto es imaginario, o si existe, la preocupación del individuo es claramente excesiva. (Criterio A). El esquema corporal y la auto imagen están desvirtuados.Clínicamente esta preocupación causa malestar o deterioro social, laboral o de otras áreas importantes de la actividad del individuo (Criterio B) y no se explica mejor por la presencia de otro trastorno mental (por ej: insatisfacción por el tamaño y la silueta corporales presentes en la anorexia nerviosa, siendo necesario un diagnóstico diferencial.) (Criterio C).

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Los síntomas más usuales son la obsesión que puede llegar al tormento por defectos imaginarios o de poca importancia en cara o cabeza, como ser: la delgadez del cabello, acné, arrugas, cicatrices, manchas vasculares, palidez o enrojecimiento del cutis, asimetría o desproporción facial y un supuesto vello excesivo. La preocupación puede recaer sobre cualquier otra parte de su cuerpo (genitales, pechos, nalgas, abdomen, etc. o incluso el mismo en su integridad). Son frecuentes las cirugías para el mejoramiento de cicatrices por accidentes de distinto tipo y por lesiones auto infringidas.

El malestar que este trastorno genera tiende ya sea a evitar la descripción con detalles de esos “defectos”, hablando siempre de su fealdad como “dolorosa”, “torturante” como así también dominar horas de sus vidas, con deterioro significativo en diferentes áreas de la actividad del sujeto.

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Como consecuencia de lo recién mencionado, estos pacientes se sumergen con frecuencia en la búsqueda de información sobre su mal, logrando a veces una tranquilidad transitoria, un alivio temporal. Pueden llegar al aislamiento social extremo, siendo en estos casos necesario hacer un diagnóstico diferencial con la esquizofrenia. Así observamos clínicamente trastornos o abandonos en los estudios o el trabajo, siendo sus reales capacidades intelectuales y laborales de buen nivel. Como resultante de esto mismo dejan de tener amigos, pareja, llegando incluso al divorcio.

La ideación suicida, ya sea con intentos o consumación de este puede ser uno de los modos más graves de evolución.Las búsquedas de tratamientos médicos y/o quirúrgicos son reiteradas, paseando por muchos consultorios con el propósito manifiesto de mejorar dichos defectos.

El trastorno dismórfico corporal suele asociarse con la depresión mayor, el trastorno delirante, la fobia social, el trastorno obsesivo-compulsivo, el trastorno histriónico de la personalidad, el trastorno límite, narcisista y la personalidad dependiente-infantil, debiendo hacerse un diagnóstico diferencial. Suele iniciarse en la adolescencia o aparecer en la adultez (edad media de la vida, menopausia, postmenopausia). Este trastorno pareciera prevalecer en el sexo femenino. Sin embargo, también se observa, cada vez con más frecuencia en el sexo masculino.

El inicio puede ser gradual o repentino, con curso continuo. El paciente trata de que pase desapercibido, escondiéndolo, siendo los síntomas observables los relativos al área psicológica. A través del tiempo puede ir desplazándose la preocupación de una parte del cuerpo a otra, a modo de una migración.

La influencia y el impacto del ambiente social y laboral se superponen a cierto tipo de personalidades ya descriptas, siendo la población femenina la que más adhiere a la creación de una nueva imagen de mujer, a través de tratamientos diversos prometedores de éxito, entre los cuales las poli-cirugías del tipo estético suele ser un recurso que ha logrado una gran difusión.

Así es como prevalece el factor de alta sugestión, donde las opiniones y sentimientos son fácilmente influenciables por los demás y por las modas del momento. Los medios de comunicación masiva intervienen como factor de influencia importante. Se generan ideales en base a ciertos referentes exitosos.

En otros casos he observado el alto grado de dependencia, con dificultades para tomar decisiones propias en áreas importantes de la vida, siendo los otros, en los que se ha proyectado figuras relevantes, los que deben decidir por ellos, pues temen hacer las cosas a su manera. Existe un temor de perder la protección, el apoyo o el afecto de los que le rodean, debido a su autoestima baja. Suponen que con los cambios en su aspecto físico que quieren lograr, podrán impresionar favorablemente a su entorno social y de esa forma apuntalar su autoestima.

Consideraciones psicopatológicas

En la edad media de la vida he observado con frecuencia una regresión parcial a una etapa relacionada con la pubertad. Habría una vuelta a la adolescencia con un predominio de aspectos histéricos, pero con un componente de base psicótico, de características tanáticas.

A raíz de la mayor prolongación del promedio de vida (se observan hoy en día familias con cuatro generaciones), las mujeres quedan confrontadas con una realidad temporal de carácter particular. Surgen temores y fantasías frente a la madre mayor, a la que no quieren parecerse, pues representan para ellas lo siniestro, la vejez, el deterioro. Por otro lado, se confrontan con las mujeres de la generación que las sucede (hijas, nueras, mujeres más jóvenes) que simbolizan para ellas la juventud, la pérdida de la capacidad reproductiva y el éxito. Es interesante la connotación que tiene el antecedente de abortos varios durante la época fértil de la vida, en términos de repetir experiencias de mutilación y sometimiento a una figura que colabora en esta actuación (cirujano, partera, padre, marido)

Durante el climaterio y la postmenopausia la libidinización del cuerpo es tomada como instrumento para recrear otra imagen, otro modo de expresión en relación con el género femenino. En la personalidad histriónica, esta otra imagen, se presenta como una máscara con la que se pretende reactualizar la seducción. Pero también intervienen aspectos masoquistas femeninos que se vuelven a reactivar durante el climaterio.

Esta catectización libidinal con trasfondo masoquista, suele ser avalado y fomentado por el medio ambiente y la cultura contemporánea. La baja autoestima revela cuadros depresivos, núcleos psicóticos encapsulados o no, con el trastorno delirante puesto en el cuerpo, pero no al estilo de la hipocondría ni de la anorexia nerviosa. Es necesario ser cautos en hacer los diagnósticos diferenciales.

La influencia que los cambios biológicos y corporales presentan durante la menopausia, revelan una etapa de pasaje desde el olvido o postergación de sí misma a jerarquizar áreas físicas como modo de revalorización de la autoestima perdida, a través de la libidinización del propio cuerpo. Hay una tendencia a repetir experiencias de quirófano.

Revisando la evolución de los roles femeninos observamos que en la edad media de la vida culmina el rol materno que corresponde a la función del cuidado del otro (marido, hijos, padres). De este modo, estas cirugías con las que se buscan remediar los supuestos defectos vienen a ocupar un lugar primordial, ante la dificultad de elaborar pérdidas afectivas. Parecería que estas experiencias les diera cierto sentido y contención, para no caer en un derrumbe psicológico mayor. Las pautas culturales las hacer caer en una vivencia de descarte.

También hay que considerar las características de aquellos medico cirujanos que se ocupan de esta especialidad que, con una modalidad histriónica, atraen de un modo seductor a estos pacientes. De todos estos aspectos, debemos los psiquiatras y psicoterapeutas estar advertidos y conocerlos para abordarlos en forma apropiada a través de psicoterapias de apoyo. Dicho abordaje deberá incluir en ciertos casos, psicofármacos de la línea de los antidepresivos y/o antipsicóticos.

Influencia de los factores culturales

Si bien no es desconocida la influencia que el medio ambiente ejerce, debemos tenerla en cuenta en tanto que refuerzan la génesis y el mantenimiento de diferentes cuadros psiquiátricos. Transitamos tiempos en los que la globalización ha uniformado los modos de vida, las costumbres, los modelos, equiparando a todos por igual. Esto se propaga exitosamente por los medios de comunicación masiva. Así se imponen ideales que privilegian ciertas características en desmedro de otras. El “afuera”, es decir, la apariencia externa, debe presentarse de un modo que no suele corresponderse con un “adentro”, vinculado con aspectos corporales de la propia identidad. Esto se ha intensificado enormemente en nuestra sociedad contemporánea. “Debo estar socialmente aceptable”.

Por otra parte, no se acepta al diferente, al que tiene una forma de ser y de parecer propia. Así como el individuo se somete a los modelos que se consideran perfectos, a costa de perder la propia identidad, también hay una tendencia poderosa a la imposición a los otros de dichos modelos. No se puede envejecer, no se puede dejar de ser adolescente. Existe una exaltación de una imagen congelada en el tiempo. Esto produce una pérdida de la riqueza emocional que se va adquiriendo cuando el proceso de maduración se vive sin conflictos.

Somos testigos permanentes del modo en que la globalizada sociedad de consumo impone un tipo de cuerpo. Las promesas de éxito responden a sueños que invocan las fantasías maníacas de su cumplimiento. El consumo, consume.

El éxito de dichas campañas publicitarias se debe a la proclividad de la mente humana que se somete a estos mandatos, los cuales actúan como entes parásitos dentro del superyo. El no poder cumplir con los ideales marcados, genera un sentimiento de angustia e insatisfacción.

Referencias:

Dra. Sara MirtaBabiacki de Kijak.
malkebabiacki@gmail.com




Información adicional de Sinopsis

Historia de los síntomas de los trastornos mentales.La psicopatología descriptiva desde el siglo XIX.Berrios, Germán.E. FCE.Mx.2008.

Obsesiones corporales Yaryura Tobías J. A., Neziroglu F., Pérez Rivera R., Borda T., 2003. Ed. Polemos. Buenos Aires.

Trastorno dismórfico corporal: descripción clínica de un desorden siempre severo. Dra. Tania Borda,Lic. Paula Sansalone, Dr. Ricardo Perez Rivera. Revista Sinopsis N° 44.2010. APSA. https://apsa.org.ar/sinopsis/sinopsis44.pdf

The relationship between body dysmorphic disorder and obsessive-compulsive disorder: A systematic review of direct comparative studies.

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Malcolm A, Labuschagne I, Castle D, Terrett G, Rendell PG, Rossell SL.

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Prevalencia de Bullying en una muestra de trastornos dismorfofobico corporal.
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Katharine Phillips, MD

Katharine Phillips, M.D., es reconocida internacionalmente por su experiencia con el trastorno dismórfico corporal (TDC) y los trastornos relacionados, como el síndrome de referencia olfativo (SRO) y el trastorno obsesivo compulsivo (TOC).
También tiene experiencia en otros trastornos relacionados, como el trastorno de ansiedad y otras afecciones. Durante más de 25 años, la Dra. Phillips ha proporcionado evaluaciones y tratamientos expertos para personas con estas y otras afecciones. K. Phillips ha llevado a cabo estudios de investigación pioneros sobre BDD, muchos financiados por el Instituto Nacional de Salud Mental. K. Phillips escribió el primer libro sobre BDD, “The Broken Mirror: Understanding and Treating Body Dismorphic Disorder”, publicado por Oxford University Press. Luego publicó una versión actualizada de este libro, Understanding Body Dismorphic Disorder: An Essential Guide. Debido a que a menudo se pasan por alto las preocupaciones sobre la imagen corporal en hombres y niños, ella fue coautora del Complejo Adonis: Cómo identificar, tratar y prevenir la obsesión corporal en hombres y niños. Y para guiar a los terapeutas en el tratamiento de BDD, fue coautora de la Terapia Cognitiva Conductual para el trastorno dismórfico corporal: un manual de tratamiento. También es editora del Trastorno dismórfico corporal: avances en investigación y práctica clínica, publicado en 2017, y escribió muchos de los capítulos de este "volumen".

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The BDD Foundation. (2015, sept. 2) Keynote Speaker - Katharine Phillips MD | Body Dysmorphic Disorder (BDD) Conference 2015, London.[archivo de video].
Recuperado de https://www.youtube.com/watch?v=TopJw83IgMk


Sinopsis pone a disposición de los lectores que lo soliciten el último artículo de Katharina Phillips: “Shame and Defectiveness Beliefs in Treatment Seeking PatientsWith Body Dysmorphic Disorder”.(“Vergüenza y creencias de defectuosidad en pacientes con trastorno dismórfico corporal que buscan tratamiento”.) Weingarden H1, Shaw AM2, Phillips KA, Wilhelm S1. J NervMent Dis. 2018 Jun; 206(6):417-422. doi: 10.1097/NMD.0000000000000808.

Abstract: La vergüenza es una emoción angustiante experimentada cuando los individuos se juzgan a sí mismos de una manera ampliamente negativa y crítica. Las descripciones clínicas del trastorno dismórfico corporal (TDC) enfatizan la importancia de la vergüenza, aunque la investigación sobre la vergüenza en TDC sigue siendo escasa. Este estudio es la mayor investigación de la vergüenza en individuos con diagnóstico clínico de BDD, y es el primero en examinar si la vergüenza cambia con el tratamiento. Ochenta y tres adultos con BDD fueron tratados con 14 semanas de escitalopram abierto. La vergüenza se midió utilizando el Young Schema Questionnaire-Short Form. La vergüenza fue significativamente mayor en las personas con BDD que en las muestras de control sanitario y psiquiátrico para pacientes ambulatorios previamente informadas. La vergüenza se correlacionó de forma significativa, moderada con mayores pensamientos suicidas y desesperanza y marginalmente se correlacionó significativamente con una mayor severidad de BDD. La vergüenza disminuyó significativamente con el tratamiento. Las reducciones en la vergüenza con escitalopram se asociaron significativamente con reducciones en los pensamientos suicidas y la desesperanza, incluso cuando explican las reducciones en el TDC y la severidad de la depresión.

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