Equipo de Sinopsis 30 octubre 2018

Desarraigados, sin suelo, sin hogar, sean refugiados de Siria o jóvenes en situación de calle en Buenos Aires, sean niños secuestrados y abusados por atravesar una frontera, o expuestos a riñas de niños y al consumo de paco, sean adolescentes obsesionados con matanzas, o torturados con diagnósticos atribuidos a la tecnología, sean enfermos mentales lanzados a las calles y condenados a la prisión de su enfermedad en la más pavorosa seudo-libertad, la semiología psiquiátrica en los tiempos actuales dá cuenta de una diversidad de arrasamientos de la subjetividad cuyas consecuencias son poco previsibles.
¿Cómo, quiénes, con qué marcos de referencia pensar al otro vulnerable en este pasaje histórico, desde el ideal de un Estado de bienestar en que la humanización de todos los aspectos es un valor prioritario, a la instalación de un crudo bienestar del mercado, completamente desmarcado de la dimensión humana?
Este es el contexto global en el que ejercemos nuestra profesión. Esta es nuestra realidad a la que a veces suponemos aprehender fetichizando guías de tratamiento en un desesperado intento de controlar lo que ocurre y se escurre.
Y lo que ocurre a veces está tan atravesado por lo siniestro que es difícil de comprender.
Hace unos años, apenas se puso en marcha la ley 26657, asistimos a la tragedia del enfermero sin entrenamiento en psiquiatría que cayó del último piso del Hospital Posadas tratando de salvarle la vida al paciente que lo arrastró en su suicidio. El mismo hospital del conurbano que se ha destacado por su medicina de avanzada a lo largo de los años. El mismo donde ahora, se ha reducido el personal de asistencia psiquiátrica, a pesar de que el Centro Nacional de Intoxicaciones funciona allí, de modo que hay un importante número de derivaciones internas para psiquiatría en dicho hospital. Nos enteramos por los medios.
La paciente bipolar tras recibir un diagnóstico clínico perturbador, mató a su hijita de 9 años. Previamente pasó por la guardia del Hospital Nacional de Emergencias Psiquiátricas donde no había cama. Tampoco tenía conciencia de sus riesgos, tampoco podía el profesional prever sus actos, ni la ley le hace sencilla su tarea. Hermosa ley en tanto atención a los derechos de los paciente, pero que obstaculiza muchas veces el manejo médico de la urgencia. Nos enteramos por los medios.
Una reducción intempestiva en el presupuesto nacional hizo que el Ministerio de Salud deviniera Secretaría. (¿Y sus consecuencias?) Nos enteramos por los medios.
Así las pantallas nos acribillan con situaciones en las que estamos implicados, mientras nuestras funciones y responsabilidades sociales se agigantan a los ojos de la población.
¿Somos los mismos, podemos ejercer de igual modo, son las mismas respuestas a iguales demandas las que nos convocan en medio de tantas disrupciones?
El rol del psiquiatra se está redefiniendo en todo el mundo. Cada vez más, la participación en equipos de atención en situaciones de desastres, el acompañamiento a familiares de víctimas como el caso de la tragedia de Once o la desaparición del submarino Ara San Juan, las intervenciones institucionales escolares en casos de bullying, tienden a insertarlo en el corazón de la vida comunitaria.
El último Congreso Mundial de Psiquiatría realizado en México, del 27 al 30 de septiembre de 2018, contó con la presencia de la Dra. Silvana Galderisi, de la Universidad de Nápoles, actual Presidenta de la Asociación Europea de Psiquiatría (EPA), quien presidió el Simposio sobre Derechos Humanos y Psiquiatría. Silvana Galderisi y Peter Falkai (Alemania) delinearon el siguiente documento sobre la identidad del psiquiatra que se publicó como un editorial en el European Psychiatry No. 52, agosto de 2018, sobre la identidad del psiquiatra, análogo al trabajo al que durante años se dedicó Renato D. Alarcón en Latinoamérica.
Redefinir el rol del psiquiatra involucra pensarlo también incluido en las crisis económicas, ya en 1897 Durkheim en su seminal trabajo “El suicidio” señalaba que las crisis económicas podían aumentar la patología psiquiátrica. Muchos trabajos nacidos del estudio de la recesión mundial en el 2008, apoyan esta tesis.
La participación de los jóvenes en actividades grupales como factor de protección en relación a síntomas depresivos, con efectos duraderos en la mediana edad, durante el auge y la recesión en Suecia es un estudio de seguimiento por 20 años. También en España hay estudios que confirman la vieja hipótesis de Durkheim en la recesión 2006-2013.
En fin, si buscamos “recession and psychiatry” “recession and mental health” y afines en Pubmed, puede sorprender la enorme cantidad de investigaciones al respecto en este último año.
Buen punto para preguntarnos si, justamente en épocas de recesión económica, los recursos y el presupuesto para salud mental no solo no deberían ser variables de ajuste, sino que deberían reforzarse, al tiempo que se diseñan estrategias específicas para proteger a la población.